Es un nivel muy profundo, al cual todas las personas les damos una importancia máxima. Es tu ser esencial y quien tú crees que eres. Esa parte de ti que seguiría siendo la misma, aun, si hubieras nacido en las antípodas, en otro cuerpo y en otra civilización.
Es esa vocecita que surge de tu interior, una voz sabia que siempre ha estado ahí. Te susurra al oído y a veces apenas es audible. Si la pudieras oír, escucharías el plan maestro para alcanzar la felicidad y las respuestas más sabias a todas tus preguntas.
La identidad la definimos con las creencias que tenemos sobre nosotros mismos. Es de suma importancia entender que lo que pienses de ti mismo va a determinar completamente cómo actúes. Una persona que inconscientemente tenga la creencia “soy un vago” va a actuar de manera completamente distinta que otra que se considere un luchador.
Nuestra identidad guarda un enorme poder, pues es aquello que nosotros somos en esencia y si no actuamos acorde a ello, nuestro cerebro podría entender que estamos perdiendo nuestra existencia, lo que equivale en un extremo a la muerte. Es algo sencillo y a la vez muy complicado. Piensa en una persona que aparentemente le vaya todo genial: es guapo/a, inteligente, proactivo/a, exitoso/a y sumamente feliz. Reflexiona un instante ¿Te cambiarías por esa persona?… Tu cerebro, tu esencia y tu ego nunca, bajo ningún concepto, en ninguna condición permitirían algo así pues equivaldría a tu muerte, dejarías de ser “tú”. De aquí radica la tremenda fuerza de nuestra identidad. Una identidad poderosa va a luchar “a muerte” por ser lo que es y actuar como tal. Por esto a las personas les cuesta tanto cambiar, pues en una mínima parte su mente entiende que están muriendo. La clave es entender que estamos en un continuo cambio constante y controlar ese cambio para dirigirnos hacia donde queremos llegar. Esto es una de las claves con las que trabaja la PNL.
Muy interesante, muchas gracias! Alejandro sigue adelante!
Me sirve mucho porque al leer mi cerebro se abre a un cambio