Efectividad personal

Efectividad personal

España, año 1998, se aprueba la nueva ley de suelo, copiada con entusiasmo por ayuntamientos y autonomías de todo signo político; la construcción se dispara. En 2002, la construcción sigue disparada, miles de jóvenes dejan sus estudios para trabajar en ello ganando dinero fácil. En 2005, España construye más vivienda en un año que Italia, Alemania y Francia juntas; hay más trabajo y los bancos se forran concediendo hipotecas y créditos hasta que el precio por metro cuadrado pasa de 1,089 euros en 1998 a 2.905 euros en 2007 cuando los salarios apenas habían subido, y la burbuja explota.

Nos habíamos pegado un festín explotando hasta la destrucción el sector de la construcción. Nos habíamos pegado un festín comiéndonos las vacas que nos mantenían alimentados con la leche que nos daban todos los días, quedándonos sin vaca y sin leche.

Esta es una ley natural de efectividad llamada «equilibrio producto/capacidad de producción (P/CP)», que aparece en el libro de Stephen R. Covey, «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva». Este es uno de los principios más importantes para el éxito y, el más importante para la Efectividad personal.

Trata simplemente de que tiene que haber un equilibrio entre lo que producimos y los medios que tenemos para producir. La efectividad consiste en mantener el equilibrio (P/CP). Para que se produzca ese equilibrio, entre lo que producimos en el corto plazo y lo que produciremos en el medio y largo plazo. Si no nos ocurrirá lo que les pasó a los miles de jóvenes que dejaron sus estudios (perdieron los medios para producir) para ganar dinero fácil en la construcción (producto).

Este principio de productividad nos lo deberían enseñar desde pequeños en las escuelas, pues es obligatorio tenerlo en cuenta en todas las áreas de nuestra vida (salud, situación económica, carrera profesional, pareja, entorno social, ocio/diversión, desarrollo personal y espiritual). Estas áreas funcionan como las patas de una mesa, por lo que si no aplicamos este principio en una de ellas, es posible que se venga todo abajo.

La mayoría de problemas existentes se producen por descuidar el equilibrio P/CP. Cuando una persona se centra en el placer de los pasteles, las grasas saturadas y la comida rápida durante unos años, su calidad de vida va a aumentar, pero no está invirtiendo en la capacidad para vivir bien durante el resto de su vida. De igual manera, que una persona que cuida su físico hasta que encuentra una pareja y deja de cuidarse, rompiendo así el equilibrio P/CP, pues está perdiendo la capacidad de producir atracción posteriormente. Una persona que tiene un trabajo estable, con un buen sueldo y durante decenas de años no invierte nada en su formación, está de nuevo rompiendo el equilibrio P/CP y cuando pierda ese trabajo va a tener más difícil encontrar otro. Del mismo modo que cuando nuestra pareja o un amigo nos pide ayuda para resolver un problema estamos teniendo una buena oportunidad para mantener esa relación a largo plazo. A la inversa, una persona que solo invierte en CP y no invierte en su ocio (producto), a la larga puede terminar con problemas anímicos.

¿Y tú, guardas en todas las áreas de tu vida el equilibrio P/CP? Tómate el tiempo que necesites para analizarte y ponte manos a la obra en las áreas que estén desequilibradas.

 

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