En este vídeo vas a aprender claves prácticas para cambiar tu diálogo interno.
Tu diálogo interno es esa vocecilla que está todo el día hablandote todo el día jugandote y todo el día diciéndo lo que tienes que hacer.
Por eso mismo tiene la capacidad de empoderarte si es positivo, o si es un diálogo interno negativo (que es lo más habitual) tiene la capacidad de desempodearte, quitarte energía y quitarte motivación.
Porque las palabras que te dices a ti mismo tiene el poder de cambiar tus pensamientos. Cuando tú te dices una palabra, aparece un pensamiento. Si yo me digo «soy un perdedor» eso va a parecer en mi mente. Por este enorme poder que tienen las palabras que nos decimos en el día a día tenemos la obligación de cambiar nuestro diálogo interno.
Vamos con los consejos prácticos:
1. Lo primero quiero que tomes conciencia de qué es lo que te dices en el día. ¿Cuáles son esos pensamientos habituales que vienen en mente?
Seguramente aunque sean miles y miles de palabras lo que te dices el día a día y si no has puesto conciencia ello ni siquiera ni siquiera sabes qué te dices.
Tómate unos segundos: ¿qué te dices en el día a día? ¿cuáles son esos comentarios que te haces? ¿son críticas? ¿Son insultos? ¿son cosas positivas?
2. Lo segundo es que no intentes evitarlo. Es una práctica habitual intentar evitar el diálogo interno cambiando de tema pero esto es peor.
Tienes que entender es que diálogo interno está ahí para algo, te quiere hacer ver algo que todavía no has aprendido y por eso está todo el día machacándote.
Cuando te pilles con ese diálogo pregúntate ¿para que está ahí? ¿cuál es el mensaje que me quiere hacer ver? ¿qué intención positiva tiene para mí?
Puede ser que ese diálogo esté ahí para que evites cierta situación, para que aprendas cierta habilidad, para que adquieras un nuevo comportamiento en una situación que te disgusta.
3. La tercera clave para mejorar tu diálogo interno es que (una vez hayas entendido la intención positiva) lo reescribas. Es decir, que lo formules en positivo.
Hace poco me pille con un diálogo interno negativo. Estaba en el metro y lo había cogido en la dirección opuesta. En ese momento me dije «qué gilipollas soy» sin embargo, al darme cuenta del poder que tienen estas palabras sobre mí, lo reescribí y y me dije: » lo que pasa es que soy un genio, por qué estaba tan absorto en mis pensamientos maravillosos que que no me di cuenta de en qué dirección iba el metro. ¡¡Soy un genio!!» esto fue mucho más empoderador.
Cómo conclusión es obligatorio que pongas en práctica estás claves ya que mejorar tu diálogo interno mejora tu calidad de vida y en consecuencia te dirige a un destino más maravilloso.
Gracias
Me parece muy importante, pero no sabes cuán difícil es. Yo lo intento per es que se queda ahí
Últimamente no puedo ni pararme ni un momento para estar tranquila y así poder respirar un poco de aire que me ayude a salir de esta vorágine que estoy por últimamente
Y no es precisamente de alegría
Hola Elena!
Da un primer paso para conseguirlo, un solo paso es un cambio enorme en tu calidad de vida,
Un abrazo!