Las formaciones de coaching se basan en la premisa de que el cliente ya tiene todos los recursos y soluciones.
Este es un punto en común con la PNL, la gran diferencia reside en que el coaching trata de cambiar a la persona desde la parte consciente, la PNL lo hace también desde el inconsciente que es donde se encuentra lo más potente de los procesos del pensamiento.
¿Te han dicho alguna vez, no tengas miedo? y tú aún sabiendo que no tenías nada que temer seguías sientiendo miedo.
La PNL trabajaría ese miedo a nivel inconsciente por ello es una herramienta imprescindible en un proceso de coaching donde se complementan al 100%.